viernes, septiembre 02, 2005
LAS SORPRESAS DEL OJO
Toda experiencia se vive como válida en el momento en que se vive. Usualmente seguimos desde allí nuestro quehacer sin más preocupación. Es sólo cuando tenemos una segunda experiencia que contradice a la primera que nos preguntamos por la validez de ésta. Y es cuando, desde el aceptar la validez de esa segunda experiencia, que calificamos a la primera como una ilusión o un error. Si la segunda experiencia no contradice a la primera, sino que, al contario, nos parece que la confirma, la primera experiencia la tratamos como una percepción o como una verdad.